Fiestas

 

Para la localidad de Carcelén las fiestas son la oportunidad perfecta para reunirse con sus familiares. Por este motivo la el número de personas aumenta considerablemente. Claro está, que esto también depende de que fiesta sea y en qué época del año.

San Andrés

Son las fiestas del patrón del pueblo. Se considera fiesta local por lo que sólo se disfruta entre los habitantes del mismo, a no ser que se celebre en fin de semana. San Andrés es el 30 de Noviembre.

Puente de la Constitución

Este puente es el preferido por la mayoría para comenzar la recogida de aceituna. Aquellas personas que viven fuera vienen a ayudar a sus familiares con la recogida. Esos días es muy normal ver las calles con gente, en coches y en tractores preparándose para trabajar. Los bancales se encuentran llenos de personas que trabajan duro y con frío, se ven lumbres que se hacen para preparar la comida y el sonido, es el de las máquinas de recogida y el producido por las varas cuando golpean las ramas del olivo.

Navidades

Pocas semanas después del puente, la gente que vive fuera regresa para pasa las navidades rodeados de los amigos y de la familia. Como en muchos lugares se celebran comidas y cenas. Algunos niños todavía salen a pedir el aguilando, aunque por desgracia esto sucede cada vez menos y esta tradición se encuentra en peligro de extinción. Antes tanto niños como grandes iban de puerta en puerta cantando villancicos, en las casas en las que se canta se ofrecen turrones, polvorones y a veces se entrega incluso dinero por cantar. El día 31 tras tomar las uvas el pueblo se reúne en el salón cultural para disfrutar del cotillón. El día 5 de Enero la tarde se comienza con un chocolate para niños y mayores y segundo llegan los Reyes Magos, estos realizan un pasacalles y finalizan en la iglesia repartiendo los regalos a todos aquellos que se hayan portado bien.

Semana Santa

Los protagonistas de la Semana Santa son los quintos. Desde hace ya mucho tiempo se juntan todos aquellos, tanto chicos como chicas, que tengan 18 años y estos celebran estas fiestas parando coches en la entrada del pueblo y pidiendo la voluntad para los quintos. Con lo recaudado se paga la decoración de la procesión del domingo de resurrección y los gastos que éstos hayan tenido durante esos días. La decoración consiste en cortar y poner pinos a lo largo del recorrido y el sábado por la noche se colocan banderas de colores en éstos. En la puerta de la iglesia se pone una pancarta que saluda a la virgen y un rosario con pan, limones y naranjas. Este mismo día los quintos llevan a la virgen en la procesión por un lado, con ellos van las mujeres las mujeres. A Jesús resucitado lo llevan las quintas por otro lado junto con los hombres. Una vez se produce el encuentro se le quita a la figura de la Virgen el manto negro y se regresa a misa. Por la tarde se va a correr la mona.

San Juan

El día 23 de Junio algunos niños se reúnen en casas de amigos para celebrar esta mágica noche. En Carcelén es tradición levantarse el día 24 antes del amanecer y coger un ramo de noguera, tras esto hay que ir a la fuente de los pimenteros y lavarse la cara con el agua fresca (esta ayuda a despejarnos por si todavía se tiene sueño). Después lo mejor es desayunar un buen chocolate con churros.

Fiestas de las Casas de Juan Gil

El día 14 por la noche tiene lugar un castillo de fuegos artificiales y después baile. El 15 se celebra una misa y una procesión más tarde un concurso de gazpachos. También se realizan actividades para los niños.

Fiestas de Agosto

Los Montones: El día 23 de agosto comienza con una traca en el castillo a las doce del medio día. Por la tarde se realiza un pasacalles con los músicos recogiendo a las damas y a la reina. Este pasacalles termina en la salida de las carrozas. Este día parece carnaval. Todo aquel que quiera puede apuntarse y formar su carroza o su comparsa. La calle se llena de color y música. Las bandas tocan y llueve confeti por todos los rincones. Los niños enloquecen en la búsqueda de caramelos. La fiesta finaliza en el castillo. Aquí se vuelve a presentar a las damas y reina de las fiestas, además se reparte cuerva y todos bailan.

Sobre las ocho y media los corredores se van preparando. Todo aquel que se haya apuntado puede ir a un lugar de encuentro para que los lleven a la montaña o pueden ir por su cuenta pero tienen que estar allí arriba preparados antes de las once.

Sobre las diez y media ya se van llenando las gradas. Conforme se acerca el momento se van encendiendo las antorchas a lo largo de la carretera. La seguridad que se forma es increíble. Desde otros pueblos vienen bomberos y protección civil, además de ambulancias.

A las once y media se apagan las luces del pueblo y suena un fuerte chupinazo. Poco a poco empieza verse la luz rojiza del fuego en la cima. Un montón de puntos de fuego comienzan a descender, pasan por detrás de la piedra lo que hace que se vea la sombra de los corredores. Conforme van descendiendo se van encendiendo fuegos a lo largo de la colina. Al llegar a la mitad se encienden otras tres hogueras. Entonces se sitúan en fila y suena un segundo chupinazo. Las luces comienzan a moverse rápidamente y antes de que te des cuenta llega el primer corredor con la antorcha encendida corriendo a toda velocidad por la carretera. El público comienza a gritar todos se levantan intentando ver a los corredores. No pasa mucho hasta que llegan todos a la meta. La noche del 23 de agosto, aparece como síntesis de tres grandes mitos agrarios: el Sol, el Fuego y del Sacrificio Cristiano de la Cruz, en un ritual que sirve como símbolo de identidad de una comunidad. : Carcelén.

Se repite, presumiblemente desde miles de años un ceremonial "sagrado", cuyo valor, oscuro, revive una clave inquietante, que relaciona al ser humano con el mundo agrario: un rito que quizás nunca fue explicado.

Los montones, el fuego inicial y final, no son arbitrarios. El primero está situado en lo alto de la "Piedra del Mediodía". Es el recuerdo de esa relación mágica que debió de ser iluminada permanentemente, a lo largo de todo el año, exactamente en el momento que el "Sol" se encuentra en el Cénit de su recorrido, haciéndola emerger de la oscuridad. El fuego final se localiza en las "eras", lugar de la recolección y el centro de la vida agrícola rural. Seguidamente se entregan los premios y se saca al Santo Cristo. Comienza el castillo. Miles de luces de colores estallan en el cielo inundándolo de luz y color. Una vez finaliza esto se da  paso a la procesión. Con una música más solemne se traslada al Cristo desde la ermita hasta la iglesia. Allí permanecerá hasta el día veintiséis. Ya estamos en fiestas. Son la una de la madrugada y ahora toca bailar. Los corredores se cambien y los fuegos de la montaña también y todos se reúnen en la verbenas para bailar hasta que el cuerpo aguante.

 

Durante los días siguientes hasta el 27 se realizan distintos actos que nos permiten disfrutar de todo lo que el pueblo ofrece. El veintisiete se cierran las fiestas con el tradicional somarro. A las siete de la tarde tenemos esta fiesta en la que se asan patatas en la lumbre. Con ellas la gente se tizna la cara. Se reparten sardinas y vino. Lo más característico de esto es la enorme guerra de agua que se organiza. Lo normal es que te tiren al pilón. Esta fiesta se extiende hasta altas horas de la noche.